EMDR
EMDR
EMDR es un abordaje psicoterapéutico que trabaja con trauma y memorias patogénicas (esos recuerdos a los que nos referimos como difíciles, que nos dejaron marca o que sentimos que no hemos podido dejar atrás). En esas ocasiones lo que sucede es que el cerebro bien por la intensidad de lo experimentado, por la gran frecuencia en la que sucedió o por nuestro estado de vulnerabilidad de ese momento, no puede procesar esa información de forma adaptativa, quedándose como estancada, de tal manera que en cada ocasión que vivimos algo en algún aspecto similar se activa una parte de ese momento (pensamiento, creencia, movimiento, sensación, emoción…) dando lugar a reacciones que desde el presente podemos valorar como desproporcionadas.

La terapia EMDR parte de crear un buen vínculo paciente-terapeuta, ya que la mayoría de nuestras dificultades se han generado dentro de una relación y por tanto el lugar idóneo para poder reparar es también dentro de una relación. Se va ir detectando cuáles son las fortalezas de la persona, todo lo que le ha ayudado a llegar al día de hoy, también si necesita alguna otra habilidad, para desde ahí crear juntos el plan de tratamiento, teniendo claros los objetivos y los recuerdos que al trabajarlos nos permitirán alcanzarlos.
EMDR utiliza la estimulación bilateral, bien a través de movimientos oculares, tapping o sonidos, para facilitar el reprocesamiento adaptativo de la información desde la seguridad del presente, quedando la información almacenada de los recuerdos integrada de forma armónica que permite dar un nuevo sentido a esa experiencia vivida.
Una de las ventajas de EMDR es que es una terapia completamente individualizada, pudiendo adaptarse a las diferentes etapas evolutivas, situaciones emocionales o cognitivas. Pudiéndose trabajar con narrativa, dibujos, representaciones… para facilitar la suficiente conexión con la experiencia difícil sin perder la seguridad del presente, generada a través del vínculo de la consulta.